Receta de panecillos de Viena caseros

Los panecillos de Viena caseros son un clásico de meriendas y desayunos. Este tipo de pan extremadamente suave y esponjoso puede ser una magnifica opción para prepararlo durante estos días. Nuestros propios panecillos son un placer difícil de igualar, sentir el olor que recorre toda la casa. Comprobar su miga tierna y rellenarlo con una mermelada, embutido o queso de excepción, alegrarán a más de uno. Estos panecillos de Viena quedarán bien con cualquier combinación dulce o salada, siendo una base de lo más versátil. Prepárate para ponerte manos en la masa para crear unos panecillos con nombre propio.

Ingredientes:

Cómo preparar unos panecillos de Viena caseros

1. Esta receta la podemos hacer a mano a máquina. Preparar los panecillos a mano es de lo más entretenido, ideal para una tarde en familia.
2. Empezamos por la mantequilla, la fundimos en un cazo o en el microondas para que se mezcle mejor con el resto de la masa.
3. Tamizamos la harina para que no quede ningún grumo. Colocamos la harina como si fuera un volcán con un agujero en el centro.
4. Añadimos la mantequilla fundida y un poco de sal. Le vamos a poner un poco de azúcar para que nos queden unos panecillos con ese sabor especial.
5. Calentamos un poco el agua y le incorporamos la levadura para que se disuelva mejor. La añadimos también a este centro.
6. Nos faltará la leche en polvo que también pasará a formar parte de esta masa. Con todo listo, hay que ponerse con las manos en la masa.
7. Amasar debe hacerse con cuidado, de los extremos al centro e ir incorporando correctamente cada uno de los ingredientes.
8. Le damos forma de bola cuando esté ya listo y no se pegue en las manos. Dejaremos que repose unos 30 minutos.
9. Les daremos forma a los panecillos y dejaremos que reposen hasta que doble el tamaño. Haremos una marca en cada uno de ellos con el cuchillo.
10. Ponemos los panecillos de Viena en una fuente para horno engrasada con mantequilla o forrada con papel de horno para que no se peguen.
11. Horneamos a 200º durante unos 25 minutos. Es importante tener el horno caliente para que nos queden perfectos. Tendremos listos unos panecillos de Viena de las que hacen historia, suaves, esponjosos y fáciles de preparar en cualquier momento.